Una gestión eficaz del surtido ayuda a optimizar el número de productos, satisfacer la demanda del público objetivo y atraer a nuevos clientes, reducir los costes de almacenamiento y aumentar los beneficios. Le mostraremos cómo organizar los procesos para maximizar estos beneficios.
1. Definir el papel de la categoría
En el nivel básico de la gestión del surtido, el papel de las categorías se define con distintos fines: ampliar el surtido, introducir una marca propia para aumentar los márgenes, impulsar las ventas, mejorar el servicio al cliente, etc.
Una de las principales funciones de las categorías es ayudar a los clientes a encontrar los productos y servicios que buscan organizando el surtido en grupos lógicos. Por ejemplo, en una tienda de comestibles, las categorías se organizan por tipos: verduras, frutas, lácteos, carne, etc. Esta organización ayuda a los clientes a encontrar rápidamente lo que necesitan, reduce el tiempo de búsqueda y aumenta la satisfacción general.
Además, las categorías ayudan a gestionar el surtido mediante una planificación, un control y una recopilación de datos de ventas eficaces.
2. Identificar las necesidades del público objetivo de las categorías y subcategorías
Analizar las necesidades de los clientes es una parte fundamental de la gestión del surtido. El proceso implica comprender las necesidades y preferencias específicas de los distintos clientes, clasificados por edad, sexo, estilo de vida e ingresos.
Debe tenerse en cuenta lo siguiente:
- Demografía. Se trata del principal indicador del análisis, que implica la influencia de la edad, el sexo, los ingresos, la profesión, el estado civil y el estatus socioeconómico en las preferencias de los clientes.
- Intereses. Se trata de un complemento de los indicadores demográficos que revela de forma más sutil los intereses de los clientes. Hay que tener en cuenta las aficiones, los deportes favoritos, los libros, la música y las películas, y posiblemente las preferencias políticas y los valores personales.
- Comportamiento del consumidor. Debe comprender cómo y bajo la influencia de qué factores toman las personas sus decisiones de compra. Esto no sólo le ayudará a gestionar su surtido, sino también a mejorar su estrategia de marketing.
Para determinar las necesidades del público objetivo, puede utilizar la técnica del trabajo por hacer (JTBD). Se trata de un marco utilizado para comprender las principales razones por las que los clientes compran un producto o servicio. Se centra en los objetivos, la motivación y los resultados deseados por el cliente.
La idea básica de JTBD es que los clientes compran productos o servicios no por sus características, sino porque necesitan resolver un problema o completar una tarea. Al comprender lo que el cliente intenta conseguir, podrá crear la mejor oferta y los mejores mensajes de marketing.
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El marco JTBD implica una serie de pasos para comprender el trabajo del cliente:
- comprender la tarea o el problema que el cliente intenta resolver
- agrupar a los clientes en función de sus necesidades
- comprender los resultados deseados que esperan los clientes cuando compran un producto
- saber cómo resuelven los competidores los problemas de los clientes
- utilizar la información obtenida en las etapas anteriores para crear un surtido que satisfaga las necesidades del cliente.
Cuando busque productos para el surtido y determine la estrategia, no debe centrarse en los productos, sino en las necesidades del cliente objetivo.
No: "Compro productos ecológicos para poder comer sólo alimentos naturales y seguros".
Sino: "He empezado a hacer deporte y quiero mantener mi condición física sólo con alimentos sanos y seguros".
Puede utilizar esta información para crear una gama de productos que incluya más productos ecológicos, alternativas bajas en calorías y opciones vegetarianas. Esto le ayudará a satisfacer las necesidades de este grupo de clientes y a que estén contentos con sus elecciones.
3. Desarrollar una estrategia global de categorías
La estrategia de gestión por categorías depende de los objetivos y las necesidades de una empresa concreta. Sin embargo, hay ciertos elementos típicos que garantizan la rentabilidad y la sostenibilidad. Lo más importante es definir una estructura de costes detallada para cada segmento. El desarrollo de una estrategia puede incluir los siguientes pasos:
- Análisis del estado actual de los gastos por categoría: su volumen, el número de proveedores, la duración de los contratos y la importancia de cada contraparte. Conviene evaluar la importancia de cada proveedor para una categoría concreta y las dificultades que surgen al trabajar con ellos.
- Evaluación de riesgos. Es necesario crear una lista de problemas críticos en cada categoría, evaluar cada riesgo en términos de probabilidad e importancia y crear una matriz.
- Búsqueda de proveedores alternativos. Es necesario estudiar la situación del mercado y determinar la ubicación y la oferta de productos de otros fabricantes o intermediarios.
- Crear un plan paso a paso para alcanzar el objetivo. Es necesario anotar la secuencia de acciones en diferentes perspectivas: a corto, medio y largo plazo, enumerando las tareas y responsabilidades de cada especialista responsable.
¿Qué hay que tener en cuenta cuando se trabaja en una estrategia global? Las tendencias globales, porque determinan el camino a seguir. Pueden ser
- expansión del mercado (dumping, interceptación de proveedores de la competencia, etc.)
- crecimiento moderado (dinámica lenta de los importes de aprovisionamiento y evitar la canibalización)
- frenar el declive (cambiar el enfoque de las ventas y buscar nuevas categorías de productos para llegar a un público objetivo adicional).
Además, hay que tener en cuenta que el público objetivo no es constante. Puede crecer o disminuir en la estructura demográfica.
4. Establezca un límite en el número de SKU
Para determinar el número máximo de SKU, debe analizar la demanda de productos, estimar el volumen de ventas y otros factores que afectan al surtido. Además, debe tener en cuenta
- La capacidad del equipamiento comercial (refrigeración, estanterías, etc.). Conociendo las dimensiones específicas de los puntos de colocación y los parámetros de las mercancías, podrá comprender cuántas unidades pueden colocarse en la superficie de venta. Aquí también debe tenerse en cuenta el concepto de facilitación.
- Cálculo del número económicamente viable de SKU en función de la proporción de SKU, las ventas y los beneficios.
- El número de respuestas a una necesidad (el número de variantes de producto dentro de una solicitud específica del cliente). El esquema tradicional es de tres respuestas a una necesidad: en los segmentos de precio alto, medio y de lujo. Por ejemplo, un supermercado ofrece por término medio cinco o más respuestas, proporcionando una distribución por coste y calidad.
5. Reproduzca la estrategia cuantitativa de la categoría por características.
Cree una estrategia para planificar el número de SKU por varias características durante un periodo de tiempo determinado. Es importante que la primera característica de la jerarquía sea la que sigue a la categoría. El árbol de categorías debe construirse basándose en la secuencia lógica de las acciones de los clientes en la tienda, teniendo en cuenta los motivos de compra de los productos (por ejemplo, si un cliente busca vino, es probable que su elección sea la siguiente: Vino / Vino blanco / Vino seco / Precio inferior a 30 $, etc.) Esta secuencia puede variar en función del público objetivo, por lo que merece la pena comprender al público de la cadena lo más a fondo posible.
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La planificación es necesaria para garantizar que el surtido de la matriz satisface las necesidades de los clientes. Se sabe que más del 50% de los clientes habituales realizan su segunda compra en la misma categoría de productos que la primera. Si observa que faltan determinados segmentos de precios o subcategorías, esto puede indicar la necesidad de un público adicional que aún no ha acudido a su tienda debido a un surtido insuficientemente amplio. Merece la pena tener en cuenta las estadísticas generales: la probabilidad de vender a un cliente activo es del 60-70%, mientras que la probabilidad de vender a un cliente nuevo es sólo del 5-20%.
Además, planificar el número de SKU ayudará a evitar la canibalización de las ventas. Los gestores de categorías suelen intentar llenar el segmento de precios bajos, pero ampliar el surtido en una gama de precios puede provocar la canibalización de las ventas de otra SKU si el poder adquisitivo del público se mantiene en el mismo nivel.
Por último, asegúrese de vincular este plan al plan financiero de la categoría.
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